sábado, 22 de agosto de 2009

La fuerza

La fuerza es algo que buscamos, pero que simplemente llevamos dentro.

Es la guía que nos ofrece el camino a seguir, que nos recuerda por qué seguir ese camino, y que nos impide desviarnos de la meta fijada. Es la sensación que experimentamos cuando queremos que algo salga bien, cuando deseamos que aquello por lo que luchamos llegue a buen puerto.

Necesitamos la fuerza para vivir, para sentirnos capaces de alcanzar los objetivos que creemos necesarios en nuestra vida. Necesitamos la fuerza para superar aquellas situaciones que se escapan de nuestro control, la utilizamos para encontrar una razón por la cual merezca la pena seguir adelante.

Siempre que pido algo a la providencia, es fuerza. Para aceptar mis derrotas, para mantener mis victorias o para aplicar mis principios cuando, por la razón que sea, parezco perder el norte.

La fuerza me ayuda a superar el miedo, con ella siento como si yo me creciera ante los problemas y éstos finalmente se quedan en meros obstáculos salvados.

A veces me falta, siento desfallecer, ella me abandona... por eso siempre intento conservarla a mi lado. La fuerza me ayuda a tomar decisiones y a mantenerlas. No me evita el fracaso, pero con ella consigo superarlo.

Tener fuerza no significa tener razón, o hacer lo más conveniente en cada momento. Pero sí es un instrumento para mantenerte firme, e intentar que todo lo que te rodea no te reste ni un ápice de solidez a lo que has decidido. Con ello no quiero justificar a los que la utilizan para dominar, la fuerza debe ser usada para el bien propio, intentando no perjudicar a los que carecen de ella.

A veces esa fortaleza procede de tu entorno, de los que te rodean. Es bueno estar rodeado de personas fuertes, pues en un momento de apuro podrás tirar de su tesón, si a ti te flaquea. Pero lo mejor, sin duda, es mirar en tu interior, y descubrir que eres más fuerte de lo que crees, pues así sabrás que por muy difícil que la vida se torne ante tus ojos, tú sabrás dominarla, y allanarás el camino que con los años has de pisar.

Recuerda: nunca sabremos lo fuertes que somos, hasta que la vida no nos pone a prueba, y seguro estoy de que siempre vas a descubrir que eres más fuerte de lo que crees.

No hay comentarios:

Publicar un comentario